Universidad Católica Boliviana "San Pablo"

CAPITULO XXVll EL DENI— EL DORADO BOLIVL\NO T EN EL DENI. realidad c'w (le c el rieni. indicione ( )n()S los años van exi)ediciones de exploración al Beni, ¡íenetran en sus boseiucs, encuentran nuevos tributarios de sus ríos, examinan sus sierras y rei;resan con historias sorprendentes de las nnnas de oro y de la al)undancia de piedras preciosas, de la opulencia de las tierras de pastos y de los valles agrí- colas, de grandes riquezas forestales y de i)lantas me- dicinales y frutos tropicales, y. coronándolo todo, de ilimitados tesoros en caucho, uno de los artículos más importantes en el mundo comercial. E\ clima y productos de esta fértil zona son muy variados desde el límite Suroeste del Departamento del P.eni. donde se separa de La Paz y Cochabamha por la Cordillera Real, hasta los límites Norte y Este, donde se divide del Brasil por el río Guaporé y del Territorio de Colonias por el Beni. Este hecho da cau-a á las historias contradictorias que se oyen res- jiccto del ixiis. Los exploradores y proyectistas que viajan por la parte occidental y meridional del Depar- |jfc'4, /-'í, i lamento, en la región de Rurrenaba(iue. Santa Ana y ^ • ! 'Piinidad, generalmente demuestran entusiasmo por el clima y la gran fertilidad del suelo para propósitos de agricultura, mientras ([ue los que eligen los bosques de •'•''"" caucho frecuentemente se quejan de que el clima es insalubre y el país poco deseable para vivir en el. En como se le llama popularmente, contiene toda clase de climas y toda espe- ; naturales Abarca un área de doscientos sesenta y cinco mil kilómetros 415

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